RUTA POR LAS ALTURAS
Salamanca tiene un impresionante patrimonio monumental con el que el turista se encuentra casi a cada paso. Lo que muchos no saben es que existe también la posibilidad de disfrutarlo desde las alturas sin que sea necesario para ello volar.
En la actualidad existen tres lugares que nos ofrecen unas fantásticas vistas. Son los siguientes:
Ieronimus
Ieronimus, la subida a las Torres Medievales de la Catedral, fue la pionera.
La visita permite ver ambas catedrales por dentro. Desde la Sala del Alcaide y a través de un balcón, se puede ver el espléndido retablo de la Catedral Vieja. Más adelante en el recorrido, se accede a una balaustrada desde la que se tiene una fantástica panorámica de la Catedral Nueva. Desde este lugar se aprecian los efectos del terremoto de Lisboa.
Siguiendo el itinerario en el exterior de la Catedral, se llega a pocos metros de la Torre del Gallo, uno de los símbolos más reconocibles del templo.
Desde las pasarelas y balcones exteriores se pueden ver el Palacio Episcopal, el Palacio de Anaya, la Iglesia de San Sebastián, los Dominicos, la Universidad y la Clerecía. Además, se tienen unas estupendas vistas de la zona del río y del casco antiguo de la ciudad.
Scala Coeli
La subida a las Torres de la Clerecía o Scala Coeli se abrió al público en 2012, diez años después de que lo hiciera Ieronimus.
Las Torres de la Clerecía ofrecen una perspectiva diferente, ya que permiten profundizar en la historia de otro de los edificios que han marcado la historia de la ciudad: el Colegio Real de la Compañía de Jesús. Además, la estructura de las torres, abiertas al exterior mediante balcones y sin apenas muros, proporcionan unas vistas panorámicas más amplias que las de la Catedral, aunque eso mismo hace que el vértigo sea mucho más fuerte y realmente impresione mirar hacia abajo.
Desde estas torres se ven la Catedral, la trasera del Palacio de Anaya y la Iglesia de San Sebastián, los Dominicos, el Seminario Calatrava , la Iglesia de San Pablo, la Plaza Mayor, la Torre del Clavero, la Iglesia de San Juan de Sahagún, el Palacio de Monterrey, etc. Algunos de estos monumentos están a gran distancia de la Clerecía, por lo que puede ser una buena idea llevar unos prismáticos o una cámara con zoom.
Torre del Marqués de Villena
La Torre del Marqués de Villena no cuenta con la popularidad ni tiene el interés cultural de los dos lugares anteriores, pero es una opción gratuita y de menos espectacularidad que pocos conocen.
El mayor aliciente de esta torre es subir hasta su parte superior y disfrutar de las vistas de su mirador. Desde allí se ven los Dominicos (Convento de San Esteban), los restos de la Iglesia de San Polo, que están en el hotel del mismo nombre, la Catedral desde su parte menos fotografiada, el Palacio de San Esteban, que es otro hotel, la Iglesia del Carmen de Abajo y la zona del río.